VI – LA MIGA
Si tú vinieras, Platero, con los demás niños, a la miga, aprenderías el a, b, c, y escribirías palotes. Sabrías tanto como el burro de las figuras de cera- el amigo de la Sirenita del Mar, que aparece coronado de flores de trapo, por el cristal que muestra a ella, rosa toda, carne y oro, en su verde elemento-; niñas que el médico y el cura de Palos, Platero.
Pero, aunque no tiene más que cuatro años, ¡ eres tan grandote y tan poco fino! ¿En qué sillita te ibas a sentar tú, en qué mesa ibas tú a escribir, qué cartilla ni qué pluma te bastarían, en qué lugar del corro ibas a cantar, di, el credo?
Platero y yo
Juan Ramón Jiménez
Magdalena Contreras Bustos
Grupo TIC