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14 de junio de 2011

EL VUELO DEL HALCÓN

Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. 
Pasado unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro, no sabía que le sucedía pues no se había movido de la rama donde lo dejó, desde el día que llegó.

El rey mandó a llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.

Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a  la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte:
Traedme al autor de este milagro.

Su corte le llevó a un humilde campesino. El rey le preguntó:
¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?

Intimidado el campesino le dijo al rey:
 Fue fácil, mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta de que tenía alas y se largó a volar.
Alcancemos alturas antes de que alguien nos corte nuestra rama.

7 comentarios:

FIBO dijo...

Una muy buena reflexión,tan sólo se necesita un empujoncito para seguir adelante...un besote preciosa

Jota Mate dijo...

Tantas veces han de darnos un empujón para darnos cuenta que podemos. ¡¡Gracias a los que empujan!! Por ejemplo tú con este magnífico blog.
Saludos.

Patricia dijo...

una gran enseñanza, para reflexionar profundamente.

un abrazo fuerte!

Mª Teresa Martín González dijo...

Como siempre todos los escritos te hacen reflexionar y tienen una enseñanza detrás. La cuestión es que muchas veces nos damos cuenta de la rama que no nos deja echar a volar, pero nos negamos a despegarnos de ella. En esos casos, dificilmente encontramos a álguien que quiera hacernos el favor de retirarnos la rama.

Un saludo.

Marian dijo...

Cortar la rama, yo lo veo dejar todo
lo que nos impide volar hasta Dios.
Nos impide volar muchas cosas,
rompamos la rama para alcanzarlo.
Un abrazo.
Bendiciones.

julia rubiera dijo...

infinitas gracias querida y respetada amiga por hacernos participes de tan bella y profunda reflexión, un besin muy muy grande de esta asturiana amiga.

Luján Fraix dijo...

CUANTA VERDAD, AMIGA, EN TUS PALABRAS Y EN TU RELATO.
SIEMPRE NECESITAMOS EL ESTIMULO PARA TOMAR UNA DECISIÓN.
ES BUENO QUE TE AYUDEN A CRECER.

BESITOS
CARIÑOS PARA TI.

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