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7 de junio de 2013

El tordo


Un tordo picoteaba los granos de un bosquecillo de mirlos y, complacido por la dulzura de sus pepitas, no se decidía a abandonarlo. 

Un cazador de pájaros observó que el tordo se acostumbraba al lugar y lo cazó con liga. 

Entonces el tordo, viendo próximo su fin, dijo:

-Desgraciado! ¡Por el placer de comer me he privado de la vida!

 

Nunca dejes que un momentáneo placer te cierre las puertas de por vida.
 

9 comentarios:

ecos de ubeda dijo...

me gusta magdalena

Embrujo mis palabras de loca dijo...

hola magda amiga que verdad lleva esta fabula hay personas que roban la via a los pajarillos por el placer de disfrutar de su carne, feliz findeeeeee besitosssssssss

ion-laos dijo...

Ni comer te dejan ya a gusto, aunque sea un pajarito, hay que andar con mil ojos...

Buen finde, besos.

caminante dijo...

Gracias, es verdad ndad puedo impedirnos, ser libre y vivir lo que somos y como somos, gracias.

Rosana Martí dijo...

Al final ni respirar nos dejarán. No por mucho madrugar, amanece más temprano.

Un fuerte abrazo.

Marian dijo...

Muy bonita entrada Magda.¡Gracias!
Un abrazo.Dios te bendiga.

releante dijo...

Si es que a veces, los placeres de la vida, salen muuuu caros. Un abrazo

Embrujo mis palabras de loca dijo...

hola magda corazon paso a dejarte saluditosss besitossss

Una Julieta de Jesùs dijo...

Bendita seas dulce Magdalena muy sabia tu entrada gracias por compartirla buena hermana *

Bendita seas en cada amanecer *
un abrazo de corazòn a corazòn ♥ *

Paz y Bien * * *

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