No te olvides nunca que tu deseo de ser feliz y vivir una vida plena, debe de incluir la felicidad de los demás.
Cuando ayudamos a los demás, nos estamos ayudando a nosotros mismos.
No pienses: “Ayudaré a los demás”, sino: “Ayudaré a mis semejantes, a mi
mundo, porque de lo contrario no podré ser feliz”. .
Ayudar a los demás ya no se trata de una cuestión pura y
exclusivamente de solidaridad. En nuestro camino personal de la
autorrealización descubrimos que estar al servicio de los demás nos
dignifica como personas y nos acerca a nuestra propia búsqueda personal.
Creer que uno puede ayudar sin recibir la bendición por tal acto no es
una opción en esta vida. Te invito a que hagas una acción positiva por
cualquier persona, quizás algo tan simple como dar el asiento en el
autobús o regalar una sonrisa a alguien que lo necesita. Pruébalo y
verás cómo te siente tú realmente después de hacerlo.
9 comentarios:
Totalmente de acuerdo, aunque este mundo en el que vivimos se ha vuelto muy egoista...un besote.
Me siento feliz cuando hago que las personas que me rodean sean felices también, pero en ocasiones me contagian y decaen mis sentidos, cada vez me cuesta más levantar mi alma.
Un beso amiga, aunque ausente no te olvido.
querida magda, se siente un inmenso placer cuando se ayuda a un alma que necesita nuestra mirada... un beso.
Gracias Magda,hasta muy pronto.
Un fuerte abrazo.Dios y la Virgen te bendigan siempre.
Siempre intento ayudar a quien lo necesita, y una sonrisa nunca la niego, aunque tenga el alma destrozada.
Buena semana Magda, besos.
Hay personas que necesitan autoayuda, pues no son capaces de entender estas bellas palabras.
Un abrazo
Eres una persona muy especial amiga, eso tiene mucho mérito.
Un abrazo.
Ánimo amiga, no te rindas, tienes que ser fuerte, por ti y las personas de tu alrededor.
Un abrazo muy fuerte.
Estoy de acuerdo contigo Antonio, se siente más placer cuando se ayuda a los que lo necesitan.
Besos.
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