CONTEMPLACIÓN
Ante la Palabra que hoy se proclama cabe
recibirla en una doble dirección, o como mediación providente que hace
visible la compasión divina para quienes se sienten solos, angustiados,
deprimidos, sin recursos, huérfanos, sin ternura, o como quien necesita
misericordia, compasión, comprensión, perdón, ayuda...
La justicia de Dios es santidad, perfección, misericordia,
y quienes creen en Él se hacen testigos del amor entrañable, generoso,
pródigo, especialmente para con quienes más lo necesitan. Los pobres,
los oprimidos, quienes padecen la falta de hogar y de ternura nos
gritan, y en nombre de Dios debemos ser justos con ellos y escuchar sus
gritos, a veces mudos.
Hoy también se nos invita a no
secuestrar nuestra indigencia, nuestra debilidad, aparentando que no nos
pasa nada, o buscando la justificación de manera voluntarista e
inmisericorde.
Hay ocasiones en las que Dios permite que lleguemos al límite de nuestras prepotencias,
para que bajemos del podium de nuestro orgullo, seguridad vanidosa, que
nos hacen caminar por la vida como si no nos salpicara el barro.
El ejemplo que pone el evangelio de la
oración del fariseo y del publicano se convierte en referencia sabia,
para no perecer injustamente en una conducta pelagiana, sino que por la
humildad, que quizá nace de la propia humillación, acertemos a
presentarnos menesterosos ante el Señor.
Quizá hasta que no nos vemos como el
republicano, pidiendo compasión, no sabemos responder con generosidad al
grito de los pobres. Recuerda que el Señor es justo y ningún gesto compasivo que hagamos en su nombre, se pierde. Graba en tu memoria las palabras que hoy has escuchado: "Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias". "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador".
Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente.
7 comentarios:
Y también de este pecador....Muchas gracias. Un abrazo
Excelentes reflexiones las de hoy. Espero que te encuentres mucho mejor de tu pie y que ya puedas andar sin que te duela. Un gran abrazo.
Con todas las personas y circunstancias hay que ser humildes, porque la vida es como un boomerang, siempre regresa a tí.
Besos.
Gracias amiga; si que estoy mucho mejor, ya casi no cojeo.
Espero que tu también te recuperes pronto.
Un abrazo.
Estoy totalmente de acuerdo amiga, todo lo bueno o malo que hagamos, se nos devuelve con creces.
Un abrazo.
Olá amiga, vim desejar-lhe uma excelente semana.
Que Nossa Senhora esteja sempre o seu lado.
Beijos Marie.
Gracias por aportarnos estas reflexiones.
Dios siempre nos da fuerzas para soportar las contrariedades de la vida, pero eso sí, debemos ser humildes y pedirle que nos de fuerzas.
Un abrazo
Sor.Cecilia
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